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Promover la Arquitectura Local

El ejemplo de la ciudad de Nantucket

Nantucket es una Isla que como cualquier otro sitio urbanizado costero ha sido puesto en los últimos 10 años bajo una increíble presión para aumentar su desarrollo corriendo peligro su carácter rural y tranquilo. Un vasto numero de antiguas construcciones han sido reemplazadas por nuevas viviendas y locales comerciales, las tranquilas calles de antes se han convertido en avenidas atoradas con tráfico.

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Sin duda esta Isla ha cambiado, pero por suerte aún no ha sido destruída, sigue siendo considerada como uno de los ejemplos mas hermosos de ciudades costeras construidas entre los siglos XVIII y XIX y tiene una perfecta mezcla entre campo y ciudad.

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Dos cosas han salvado a Nantucket de las masivas presiones por desarrollo. Una es muy convencional como idea. La segunda es tan innovadora como la primera convencional y ambas han sido de vital importancia.

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La primera regla consiste en un estricto set de parámetros para la construcción, nadie puede construir como le plazca en Nantucket. Las casas deben tener techos inclinados, sus paredes deben ser de tejuelas sin pintar por ejemplo y las morfologías deben estar de acuerdo a la tradición constructiva. Los críticos podrían pensar que todo esto lleva a un pueblo sin expresión, homogéneo, sin embargo lo que se busca en esta ciudad es justamente evitar que la ciudad se transforme en un conjunto de expresiones personales que no pegan ni juntan, que rompen la armonía del lugar, el sentido de conjunto y finalmente saturan el espacio público. 

Otro aspecto que caracteriza y da valor a la ciudad de Nantucket es su casi mágica transición de lo urbano a lo rural, en términos técnicos, un aspecto que contribuye a estra transicion es la ampliacion de los lotes a medida que se alejan del cnetro de la ciudad. El centro de la ciudad además cuenta con formidabes jardines que se encaraman a las mismas casas.​

Pero está claro que no todo es perfecto, la falta de rigurosidad en la aplicación de las normativas en un principio generó desarrollo habitacionales rupturistas y poco agraciados como el conjunto habitacional Tristram en Madaket, al oeste de la Isla donde las casas se emplazan sin ningún cuidado sobre el sitio y no hay relaciones entre las construcciones en si.

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La segunda regla que ha permitido que Nantucket conserve su carácter es la aprovación, en el año 1983 del cobro de un 2% de impuestos sobre la venta de terrenos para financiar la compra por parte del Sector Púbico de tierras para Conservación y Uso Público. Gracias a esta medida hoy en día un tercio de la Isla pertenece a esta categoría.

Esta última regla se destaca como innovadora porque ha convertido el boom de Desarrollo de la Isla al mismo tiempo en una herramienta para Conservar, aunque sin duda la presión por tierras ha aumentado indudablemente los valores de estas, para evitar que se convierta en un territorio de ricos hoy en día un porcentaje de las tierras se destina para viviendas sociales.

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